Es importante que sepamos que para el tratamiento disfunciones viscerales, muchas de las patologías que se presentan en la consulta son debidas a restricciones de movilidad a nivel orgánico.
Estas restricciones pueden deberse a infecciones, inflamaciones, cirugías, etc. El tratamiento de movilización visceral con técnicas de terapia craneosacral es ideal en estos casos. Ya que con una técnica no invasiva se recupera la movilidad a nivel profundo. Liberando los tejidos o el órgano afectado, produciendo múltiples beneficios que también repercuten en todo el organismo.
El dolor visceral crónico es una de las causas más comunes de morbilidad en la población general. La visión convencional que el dolor visceral es una variante del dolor somático está basada en la visión simplista de que un solo mecanismo neurobiológico es el responsable de todos los tipos de dolor.
Los mecanismos neurológicos del dolor visceral difieren de aquellos que implican al dolor somático. Por lo tanto los hallazgos en los estudios sobre dolor somático no se pueden extrapolar necesariamente al dolor visceral. A esto se añade el papel que juegan las estructuras no neurológicas en la transducción del dolor visceral, como puede ser el urotelio.
Tratamiento disfunciones viscerales
Este tipo de dolor es abordado en la clínica por múltiples especialistas con diversos enfoques terapéuticos. En no pocas ocasiones se sigue tratando como sólo un síntoma y no como una entidad nosológica distinta. A pesar de la frecuencia de esta entidad en la práctica clínica, no hay demasiados estudios centrados en el aspecto farmacológico del manejo del dolor visceral.
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